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Bolas de patata, jamón y queso

Hoy queremos traeros una receta muy sencilla e ideal para aprovechar esos trocitos de jamón y de queso que se nos han quedado un poquito más duros de lo deseado. A nadie le gusta tirar comida a la basura, pero es cierto que a veces hay que darle vueltas al coco para sacar provecho de lo que se nos va quedando en la nevera (o pegado al hueso del jamón en este caso), por eso queremos aportaros una idea más para luciros con los aperitivos del fin de semana.

Hay zonas del jamón que no son especialmente sencillas de filetear pero que en taquitos son sumamente sabrosas, como el jarrete. Pero también trozos que, o bien porque no hemos conservado adecuadamente o bien porque hace un tiempo que no cortamos, se han quedado un tanto duras. Esto último sucede también con el queso. Esa cuña que se va quedando olvidada en la nevera, se endurece perdiendo textura pero ganando en intensidad, así que… ¿por qué no aprovecharla?

Pues bien, con unos taquitos de un jamón de cebo ibérico 50% raza ibérica y un pedacito de queso de leche cruda de oveja de Albarracín, vamos a mostraros cómo preparar unas sabrosas bolas de patata ideales para un aperitivo o incluso un primer plato.

Ingredientes:

– 3 patatas medianas.

– 80 gramos de jamón en taquitos (nosotros hemos usado jamón de cebo  ibérico 50% raza ibérica, pero podéis utilizar el tipo de jamón que tengáis en casa).

– 80 gramos de queso de oveja semicurado (Etiqueta Oro de Sierra de Albarracín en esta ocasión).

Cebollino.

Mantequilla.

Sal.

Huevo.

Harina.

Pan rallado.

Aceite para freír (oliva o girasol, como prefieras).

Elaboración:

Ponemos a hervir en agua con sal las patatas previamente peladas y troceadas para acortar la cocción. Cuando estén lo suficientemente blandas (unos 10 minutos en olla  a presión), las escurrimos y vertemos en un plato hondo o en un bol.

Rallamos el queso y lo añadimos a las patatas hervidas junto con los taquitos de jamón, una nuez de mantequilla y el cebollino bien cortado. Mezclamos todo hasta conseguir una masa homogénea. Dejamos enfriar la mezcla para poderla manipular mejor.

Cuando esté lo suficientemente fría para manejarla con las manos, hacemos con ella unas bolitas del tamaño de pelotas de ping-pong. Antes de freírlas, las pasamos por harina, huevo y pan rallado en este orden, y las doramos en aceite bien caliente con cuidado para que no se quemen. Y ya están listas.

A la hora de servir, nosotros las hemos acompañado de una mayonesa ligera y un poquito de chile habanero para darle un punto ese punto de patatas bravas. Si a este acompañamiento le sumáis una cerveza artesana Golden Promise, os aseguramos que no va a haber quién se resista a este aperitivo.

Roberto Gómez Moreda

Licenciado en Periodismo, trabajo como encargado de producción junto a mis hermanas en el secadero de jamones que fundaron mi padre y mi abuelo, sin perder la pasión que me llevó a estudiar Ciencias de la Información.

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