Plato de caracoles con tomate, chorizo y jamón.

Caracoles con tomate, chorizo y jamón

Los caracoles son uno de esos platos que, o los amas, o los odias. Como tantos otros, no tiene medias tintas. A mí, particularmente, es algo que me encanta pero que no suelo comer a menudo. Por eso he aprovechado la oportunidad de esta receta para darme un buen festín.

Si eres de los que les gusta salir a cogerlos tras una tarde de lluvia, adelante. Pero aquí en Zaragoza, y en esta temporada, que salga un día lluvioso es tan poco probable como una invasión alienígena, aunque con los años que llevamos, nada es descartable. Por eso, hoy os traemos una versión la mar de sencilla, aunque no por ello menos sabrosa (bueno, un poco, pero los disfrutaremos igual) elaborada con caracoles ya cocidos y envasados al natural. Así que no voy a explicaros las mil y una teorías que hay sobre cómo se purgan y se lavan los caracoles, pues es algo que, depende de quién te lo cuente, te va a recomendar una cosa o casi la contraria.
Vamos al lío.

Plato de caracoles con tomate, chorizo y jamón.

Ingredientes:

– 1kg de caracoles (en nuestro caso, ya cocidos).
– 1 lata grande de tomate triturado.
– 1 cebolla mediana.
– 1 diente de ajo.
– 1 pimiento verde.
– 1 guindilla cayena.
– Pimentón dulce.
– Comino molido.
– Orégano molido.
– Romero molido.
– 1 hojita de laurel.
– 80 gramos de chorizo picante (podéis usar chorizo dulce).
80 gramos de jamón serrano o jamón de Teruel DOP.
– Aceite de oliva virgen extra.
– Sal.
– Azúcar.

Elaboración:

Dado que los caracoles ya vienen preparados, podemos ir lavándolos y dejándolos escurrir mientras preparamos nuestro sofrito. Para ello, vertemos un buen chorro de aceite y la cayena en una sartén. Picamos bien la cebolla y el ajo y, cuando el aceite coja temperatura, lo echamos todo para que se vaya pochando a fuego no muy fuerte. Cortamos en trozos pequeños el pimiento verde y lo añadimos al sofrito. Llegado este punto, os recomiendo retirar la cayena para que no quede demasiado picante y evitemos que alguien se lleve un disgusto al llevársela a la boca por error.

Cuando la cebolla, el ajo y el pimiento estén pochados, añadimos el jamón cortado en taquitos y el chorizo. En el momento en que el tocino del jamón comience a transparentar (en pocos segundos estará), añadimos el pimentón. A mí me gusta tostarlo un poquito antes, teniendo siempre a mano el tomate triturado para echarlo antes de que se queme el pimentón. Así que vertemos el tomate y le añadimos sal al gusto y azúcar para rebajar la acidez típica del tomate. Os aconsejo no pasaros, porque vais a poder corregir el punto de ambas más adelante. Es el momento de añadir el laurel, el comino, el orégano y el romero. Dejamos unos minutos a fuego medio para que el tomate vaya perdiendo agua y se vaya friendo.

Pasados esos minutos, echamos los caracoles que previamente hemos lavado y escurrido, removemos bien, y dejamos que se cocine todo junto a fuego lento durante unos 20 minutos para que se empapen bien del sabor del sofrito. Y ya está. Con esta sencilla receta, un poco de pan y unos palillos, podemos quitarnos el mono de caracoles de una forma fácil pero de lo más sabrosa. Espero que os gusten.

Roberto Gómez Moreda

Licenciado en Periodismo, trabajo como encargado de producción junto a mis hermanas en el secadero de jamones que fundaron mi padre y mi abuelo, sin perder la pasión que me llevó a estudiar Ciencias de la Información.

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