El último bloque de esta segunda jornada, moderado por Ricardo Miguelañez (Director de Agrifood Comunicación) y que continuamos resumiendo en nuestro blog, estuvo compuesto por dos ponencias sobre las nuevas y las futuras tendencias, tanto en el consumo global como en la comercialización que este exige. Tras ellas, pudimos disfrutar de una mesa redonda formada por los representantes de las marcas de calidad diferenciada del jamón que existen en nuestro país.
El nuevo retail mundial y el jamón
La primera ponencia de este bloque corrió a cargo de Laureano Turienzo, quien se encargó de dibujar el nuevo panorama del consumidor actual. Experto global en nuevos formatos comerciales y últimas tendencias en el retail, es además Presidente de la Asociación Española del Retail (AER). Turienzo comenzó aportando datos sobre la población mundial, la previsión de aumento de la misma y, sobre todo, de cómo va creciendo el acceso y el uso de las nuevas tecnologías en el mundo. Se prevé que, para el año 2050 seamos más de 9.600 millones de personas las que caminemos sobre este planeta.
Las tendencias de consumo en general, y por supuesto en alimentación, están cambiando en los últimos años. Resulta curioso cómo el aumento de la obesidad es claramente proporcional al aumento de las franquicias de comida rápida, pero a su vez, también lo es al incremento del consumo de productos nutricionales para deportistas y al número de usuarios de gimnasios. Aunque suene paradójico, tenemos consumidores que comen peor (debido generalmente a la falta de tiempo pero también al menor precio de la comida rápida) pero que gastan más en cuidar su físico de otras formas.
Por otro lado, tenemos un tipo de consumidor cada vez más informado, más exigente, más impaciente y menos leal a las marcas. Es además un consumidor omnicanal, que se mueve como pez en el agua en el nuevo ecosistema digital. Los datos que aportó Turienzo demuestran la velocidad con la que crece tanto el acceso a internet como el uso de redes sociales, cada vez más centralizados en los terminales móviles.
Y por último tenemos a las grandes plataformas de ventas, como Amazon, Alibaba o Walmart, que han comenzado ya a diversificar sus productos y a ofrecer todo tipo de servicios.
¿Y dónde cabe el jamón en todo este esquema? Ese es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector. Ya conocemos el tablero de juego. Nos toca mover ficha.
“Una visión a futuro del jamón curado”
Del futuro (o al menos de un sueño del futuro) llegó el siguiente ponente, David Barreiro, Redactor Jefe de la revista Eurocarne, escritor, guionista y dramaturgo.
Lo reconozco, el sueño de futuro de este gijonés no pintaba nada halagüeño para el tradicional mundo del jamón. Pero aún así, fue una lástima que su ponencia se viera lastrada por el escaso tiempo que la organización de proporcionó. Nos quedamos con ganas de más.
Según Barreiro, el sector cárnico en general se enfrenta a numerosas amenazas en un futuro no muy lejano. Nos encontramos en el momento de la Green Revolution, de los animalistas, del auge de la proteína vegetal frente a la animal, de la producción de carne de laboratorio a partir de células madre, de un insostenible sistema productivo para el aumento de población que llega… No, no pinta nada bien. Hay quien dice que en el año 2050, el vacuno será un producto tan exclusivo como lo es ahora el caviar. Incluso que el consumo de productos frescos se verá relegado a las economías más pudientes, mientras el resto nos alimentamos a base de batidos, como los que ya se comercializan en EE.UU., los batidos Soylent.
Muchas de las grandes industrias cárnicas ya han comenzado a elaborar productos a base de proteína vegetal, y son ya más de 100 empresas en el mundo las que comercializan carne a partir de células madre como la que creó Mark Post en 2013. Según Barreiro, estas empresas serían capaces de reproducir jamón curado, aunque de momento no de la calidad del tradicional.
Existen además amenazas laborales. El sistema de producción traerá consigo la destrucción de millones de puestos de trabajo actuales, aunque también es cierto que se crearán otros. Pero tal vez, como dice Barreiro, en las industria alimentarias del futuro, los humanos tengamos vetada la entrada.
¿Y dónde están las oportunidades del sector del jamón ante tanta amenaza? Pues con casi toda probabilidad, en la experiencia. Vender experiencias marca las diferencias, y nuestro sector tiene muchas oportunidades en este sentido. Los consumidores necesitamos que nos cuenten historias, y de historias saben mucho los ponentes de la mesa redonda que cerraron la segunda jornada del congreso.
Presente y futuro del jamón bajo las figuras de calidad diferenciada
La segunda jornada del XCMJ concluyó con una más que interesante mesa redonda en la que estuvieron representadas todas las marcas de calidad diferenciada de jamón de España.
La composición de la mesa, moderada por Ricardo Miguelañez, fue la siguiente: Ricardo Mosteo, Presidente de la DOP Jamón y Paleta de Teruel; Guillermo García-Palacios, Presidente de la DOP Jabugo; Antonio Jesús Torralbo, Presidente de la DOP Los Pedroches; Luis Segura, representante de la IGP Jamón de Serón; Elena Diéguez, Vicepresidenta de la DOP Dehesa de Extremadura, Ana Fernández-Llamazares, como representante de la DOP Guijuelo y Pilar Álvarez, Presidenta de la IGP Jamón de Trevélez.
La conversación giró en torno a la defensa de las marcas protegidas, solicitando una mayor implicación de las administraciones a la hora de explicar a los consumidores qué es una DOP y una IGP, así como de las oportunidades que ofrece el hecho de elaborar un producto único y con garantías. La defensa de la tradición, la fijación de la población en la llamada España vaciada, la autenticidad vs la deslocalización o el hecho de ser grandes a nivel cualitativo más que a nivel cuantitativo, fueron otros temas en los que parece que todos los representantes de estas marcas de calidad estuvieron de acuerdo.
Frente a los cambios en la comercialización y el consumo de los que habló Turienzo, o las amenazas del sector cárnico que nos trajo del futuro David Barreiro, estas DOP e IGP persisten cual aldea de Astérix. El relato de lo auténtico, las bondades saludables del producto y la posibilidad de ofrecer experiencias, parece que van a ser las armas que acompañen a estos “galos del jamón” para vender un producto con una calidad más que demostrada.
