¿Dónde se consume más jamón en España y de qué tipo?

España es el país del mundo con mayor consumo de jamón curado. En todas sus comunidades autónomas se comen innumerables elaborados de cerdo de todo tipo, desde la longaniza al chorizo, pasando por el salchichón, el fuet y la secallona, el lomo embuchado, la sobrasada, la morcilla, el farinato o el botello, pero sin duda alguna, el rey de todos ellos es el jamón.

El jamón está presente en todo el territorio, y no solo en bocadillos o raciones, sino en muchos platos típicos de cada región. Ya sea en tacos en un salmorejo andaluz o en una sopa castellana, en lonchas dentro de un cachopo asturiano o acompañado de melón ahora que llega el calor; como relleno de unas sabrosas croquetas o dando sabor a los cocidos, el jamón es sin duda uno de los reyes de nuestra gastronomía.

Según datos de Interpoc, en los hogares españoles se consumieron durante el año 2018, la friolera de 96,23 millones de kilos de jamón y paleta curados (81,8 procedentes de cerdo blanco y 14,43 de cerdo ibérico) del total de 249,71 millones de kilos de curados y salazones de cerdo (más del 38,5% del total).

Si nos centramos en el consumo por comunidades autónomas, Andalucía encabeza el ranking del total de elaborados de porcino (donde el jamón se sitúa en el primer escalón), seguido de Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. A la cola de esta lista aparecen Baleares, Cantabria, Navarra y La Rioja.

Los reinos del ibérico

Existen varias zonas de España donde tradicionalmente se ha criado cerdo ibérico. Su clima y su forma de vida han conseguido mantener vivas extensas zonas de dehesa en las que los cerdos ibéricos encuentran un maravilloso hábitat, aunque solo un pequeño porcentaje de los jamones etiquetados como ibéricos en nuestro país procedan de este tipo de cría extensiva. Hablamos de Andalucía (DOP Jabugo y DOP Los Pedroches), Extremadura (DOP Dehesa de Extremadura) y el oeste de Castilla y León (DOP Guijuelo). Es por ello que, sin duda alguna, el jamón que se ha consumido tradicionalmente y se sigue consumiendo en estas zonas es el jamón ibérico.

Sin embargo, más allá del consumo tradicional, hay comunidades cuya mayor renta per cápita y el elevado número de turistas que acogen, se refleja en un mayor consumo de jamones y paletas ibéricas. Así, Andalucía encabeza también el consumo total de jamón ibérico entero en España, seguida de Madrid, Cataluña y Valencia, aunque en consumo per cápita se suman Extremadura, Castilla y León y Murcia.

El omnipresente jamón serrano

Las cifras no engañan. Y es que, como hemos comentado al principio, el jamón de cerdo blanco representa el 85% del jamón consumido en nuestro país.

Más allá del precio, habitualmente mucho más bajo que el del jamón ibérico (y decimos habitualmente porque la subida del cerdo blanco debida a las exportaciones y la bajada del ibérico los han acercado mucho circunstancialmente), existen también numerosas zonas tradicionalmente productoras de este tipo de jamón.

Teruel es probablemente la más importante en cuanto a nombre, ya que es la única DOP de jamón blanco de España, pero existen dos IGP en Andalucía (Trevélez y Serón en Granada y Almería respectivamente) y provincias donde se producen millones de piezas de jamón blanco como son Toledo y Segovia. En menor medida, se sala jamón blanco en prácticamente todas las comunidades de nuestro país, desde Galicia hasta Andalucía, pasando por La Rioja, Cataluña, Castilla La Mancha, Murcia o Aragón.

Como ocurre con el ibérico, en las zonas donde tradicionalmente se elabora jamón blanco, el consumo de este es también mayor. Los paladares están hechos a determinados sabores, y aunque estamos convencidos de que cualquier jamón de calidad le encaja a todo amante del jamón, es cierto que cuando tienes un producto de referencia, no es fácil sustituirlo.

Productos recomendados

Jamón de Bellota 100% Ibérico
Cortado a cuchillo

Maza Jamón Serrano
ETG Añejo

Jamón de Teruel D.O.P
8 – 8,5kg

Roberto Gómez Moreda

Licenciado en Periodismo, trabajo como encargado de producción junto a mis hermanas en el secadero de jamones que fundaron mi padre y mi abuelo, sin perder la pasión que me llevó a estudiar Ciencias de la Información.

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