Pizza de jamón serrano y albahaca

Ingredientes

Para la masa (receta de Thermomix para 3 bases de pizza):

– 400 gramos de harina de fuerza.
– 25 gramos de levadura fresca.
– 200 mililitros de agua.
– 50 mililitros de aceite de oliva.
– Una cucharadita de sal.

Para cubrir la masa:

– 3 tomates maduros.
– Cebolla.
– Ajo.
– Sal.
– Azúcar.
– Aceite de oliva.
– Orégano.
– Mozzarella.
– Emmental.
– Jamón serrano.
– Albahaca fresca.

Elaboración

Como os hemos indicado en los ingredientes, nosotros hemos hecho la masa utilizando la Thermomix. Si no dispones de ella, o de una amasadora, anímate a hacerla a mano, ya que merece la pena. Simplemente tienes que poner la harina en un bol formando una especie de volcán y espolvorear la sal, disolver la levadura en agua templada y añadirla poco a poco junto con el aceite mientras amasamos, con una pala de madera al principio, y con las manos después. Cuando notes que va cogiendo consistencia, sácala del bol, espolvorea harina en la encimera y continúa amasándola sobre esta. Tanto si la haces a mano como si la haces a máquina, el secreto es amasar largo y tendido -mínimo 10 minutos-. Obviamente, la máquina te va a ahorrar bastante trabajo, pero aún así, conviene continuar a mano un rato tras sacar la masa de la Thermomix. Un aspecto importante para tener una buena masa casera, es dejarla fermentar al menos un par de horas, bien tapada y en un lugar más bien cálido pero no muy seco. Verás cómo la bola de masa prácticamente triplica su tamaño gracias a la acción de la levadura.

Como base, hemos utilizado un tomate concassé, que no es más que una salsa elaborada a partir de tomate cortados en trozos gruesos. Para ello, pasamos los tomates un minuto por agua hirviendo con un corte en cruz en la parte de abajo para facilitar su pelado. Inmediatamente, los sumergimos en agua fría para cortarles la cocción, les quitamos la piel (ya veréis qué facil tras pasarlos por el hervor) y las pepitas. Los cortamos en trozos gruesos y reservamos.

Cortamos la cebolla y el ajo bien picados y los sofreímos en aceite de oliva. Cuando la cebolla empiece a transparentar, echamos el tomate troceado, salamos al gusto y corregimos la acidez con una pizca de azúcar. Lo llevamos a fuego lento para que poco a poco vaya espesando y aderezamos con orégano al gusto.

Una vez estirada la masa, cubrimos con nuestro tomate, añadimos la mozzarella y el emmental y la llevamos al horno previamente precalentado al máximo. Si no disponéis de una piedra para pizza, os recomendamos que dejéis la bandeja dentro del horno mientras se calienta, preparéis la pizza sobre un papel vegetal, y la introduzcáis con el papel sobre la bandeja bien caliente.

Y aquí está el “truco” que os decíamos. No echéis nunca el jamón antes de meter la pizza en el horno si no queréis que se resale demasiado. Tampoco la albahaca, ya que las hojas se queman fácilmente. Simplemente, y nada más sacar la pizza del horno, colocar tanto el jamón como la albahaca sobre la misma. El calor que emana le dará el toque justo y necesario, fundiendo la grasa e incorporando el sabor del jamón a todo el plato. Veréis cómo cambia la cosa. Antes de servirla, nos gusta echar un chorrito de un aceite que siempre tenemos en la cocina aromatizado con ajos y cayenas.

Animaos a hacer vuestra propia pizza de jamón casera. Ya veréis cómo triunfa.