Aunque parece que el calor hizo solo un amago de quedarse, y a pesar del clima más propio de la primavera que estamos teniendo últimamente, comienzan a apetecer esas ricas ensaladitas que tan bien entran en verano. Más temprano que tarde, el calor se instalará en nuestro país y los platos fríos poblarán de nuevo nuestras mesas. Por eso, queremos adelantarnos y abrir boca con una rica ensalada que mezcla queso, fruta y jamón… ¿Os apuntáis?
Ingredientes:
– Mezclum de lechugas.
– 1 bola de burrata grande o 2 pequeñas.
– 1 kiwi.
– 2 albaricoques (o alberge, como le llamamos en Aragón).
– 5 o 6 lonchas de jamón a cuchillo (o 2 lonchas a máquina cortadas en 3 cada una).
– Vinagre de Módena.
– Aceite de oliva virgen extra.
– Sal.
– Frutos secos (nueces, pipas de girasol, pipas de calabaza, pasas…).
Elaboración:
No podemos contaros mucho sobre cómo hacer una ensalada, la verdad, pero ahí vamos.
Lo primero es preparar nuestra vinagreta para que así tenga más sabor cuando la sirvamos. Para ello, vertemos un chorrito de vinagre de Módena en un bol y vamos añadiendo poco a poco el AOVE mientras batimos con un tenedor. Este tipo de vinagretas se suelen hacer con un aceite más neutro, como el de girasol, pero ya sabéis que somos muy fans del aceite de oliva. De todas formas, con cualquiera de los dos quedará estupenda. Vamos haciendo crecer la mezcla con el aceite hasta que adquiera la textura y el grado de acidez deseado. Añadimos una pizca de sal y removemos bien. Es momento de echar los frutos secos. Yo he utilizado una bolsita en la que ya venían mezclados, pero podéis hacer vuestra propia mezcla con los que más os gusten. Eso sí, frutos como las nueces, las avellanas o las almendras, conviene trocearlas bien antes de añadirlas. Reservamos nuestra vinagreta para terminar la ensalada.
Por otro lado, lavamos con agua bien fría las lechugas (hoja de roble, batavia, romana, maravilla… hay un montón para elegir). Si las introducís en el fregadero con agua y hielo y luego las centrifugáis bien, obtendréis una lechuga bien tersa y crujiente.
Colocamos el mezclum de lechugas en un bol mientras partimos en trozos el kiwi pelado. Hacemos lo mismo con el albaricoque y colocamos alrededor del bol los trozos de fruta, porque el centro lo reservamos para la burrata.
Solo nos queda decorar la ensalada con unas lonchas de un buen jamón, ya sea ibérico o de Teruel y aliñar con nuestra vinagreta de frutos secos. Veréis cómo la combinación de la burrata con la fruta y el jamón hace de esta ensalada un verdadero espectáculo para el paladar. Que la disfrutéis.
