Un momento de felicidad

Este es el último post de este año 2021. Teníamos pensado cerrar con un artículo recomendando algún entrante con jamón para la cena de Nochevieja, pero creemos que lo mejor que os podemos recomendar es, simplemente, que disfrutéis de la mejor manera posible estos días, que ya toca.

Llevamos mucho tiempo de oscuridad, de limitar nuestra vida social y familiar, de esconder nuestras sonrisas bajo la mascarilla, de vivir pérdidas y desilusiones, de escuchar lamentos y cantos apocalípticos, de levantarnos golpe tras golpe. Desde este minúsculo espacio en la red, queremos desearos risas, alegría, buen rollo y felicidad. Porque sí, aunque hay motivos para lo contrario, siempre los hay para ser felices.

Nuestro equipo, nuestra familia

Durante estos casi dos años de pandemia, nosotros (como todo el mundo), no hemos dejado de luchar. Hemos seguido manteniendo la cabeza alta y la mirada en el horizonte, esa línea en la que Galeano situaba la utopía y que nos sirve para eso, para avanzar. No ha sido -ni es- fácil. Como prácticamente todos los sectores económicos, nos hemos visto afectados por la incertidumbre del mercado y de los consumidores. En el mundo del jamón, las previsiones se hacen (al menos en nuestro caso) a dos años, que es lo que tardan de media nuestros jamones en curarse. Si ya es difícil predecir el mercado en situaciones normales, imaginaos en la actual.

Decidimos que era el momento de hacernos pequeños, de pensar en sobrevivir ante todo, de pensar en mantener lo más importante: nuestro equipo, nuestra familia jamonera. Y decidimos también que era el momento de mirarnos a nosotros mismos y definir por fin nuestra misión.

La inercia de las empresas familiares

Cuando formas parte de una empresa familiar de tercera generación como la nuestra, corres el riesgo de caer en la monotonía y tratar simplemente de mantener a flote el negocio, sin pensar ni el qué ni el por qué de lo que haces. A veces das por hecho que tu misión es tan solo continuar el legado que te han dejado como una obligación. Puedes cambiar cosas, modernizar la producción y mejorar la eficiencia, pero de poco sirve si no tienes claro qué, por qué y para qué trabajas.

En este último año principalmente, Noelia, Yolanda y yo (Roberto), nos pusimos como objetivo encontrar nuestra misión, un foco común que nos hiciera querer continuar con esta aventura a pesar de todo lo que estamos viviendo, a pesar de las dificultades socioeconómicas que aún arrastrábamos de la pasada crisis y que se han acentuado desde 2020.

Somos hermanos, hemos crecido juntos y llevamos muchos años trabajando codo a codo, pero aún no nos habíamos sentado a poner en común qué es lo que nos une en la empresa más allá del apellido.

Nos ha costado mucho sacar el tiempo necesario para sentarnos y resumir en una sola frase la esencia de lo que para nosotros es La estrella del jamón. Pero lo hemos hecho, y queremos terminar el año con ella porque es lo que deseamos para nosotros pero también para todos vosotros. Y es que, en la familia Gómez: “Trabajamos para hacer del jamón un momento de felicidad”.

Roberto Gómez Moreda

Licenciado en Periodismo, trabajo como encargado de producción junto a mis hermanas en el secadero de jamones que fundaron mi padre y mi abuelo, sin perder la pasión que me llevó a estudiar Ciencias de la Información.

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